Marx, al contrario de
los socialistas que lo precedían (a quienes llamó irónicamente "Socialistas Utópicos"),
buscó establecer un Socialismo científico, basado en el
descubrimiento de las leyes objetivas que conducen los fenómenos sociales.
Desde temprano adoptó la doctrina de Hegel, que
estaba en auge en la Europa de mediados del siglo XIX, tomando principalmente
la idea que la historia cambia permanentemente con un ciclo determinado.
Así, los fenómenos históricos, postula Marx, no se
explican por el azar, sino por una lógica inherente al Desarrollo de la Sociedad. A la
dialéctica de Hegel, Marx le agregó el materialismo de Feuerbach, desarrollando
así lo que se conoce como el "materialismo dialéctico". Es decir, la
historia cambia y el motor del cambio es la forma cómo las
personas satisfacen sus necesidades materiales.
Marx escribió,
El manifiesto comunista, en 1848, junto a Engels, en el contexto de las
revoluciones europeas. En este pequeño libro que es un manifiesto político y no un escrito económico,
establece las bases que explican la revolución del proletariado.
Más tarde, durante su estadía en Inglaterra,
profundizó en el estudio de la economía y, apoyándose en el Modelo clásico de David Ricardo,
construyó su propia doctrina económica, de la que
publicaría un boceto inicial en su Contribución a la Crítica de la Economía
Política de 1857 y que más tarde plasmaría en El Capital.
De esta inmensa obra sólo llegó a publicar el
primer volumen, en 1867, mientras que los dos restantes los editaría Engels
después de su muerte.
Aparte de El capital y El manifiesto comunista,
Marx tiene gran cantidad de libros, documentos y conferencias publicadas, en
los que se puede apreciar la evolución de su pensamiento conforme al paso del Tiempo y de la historia.
El análisis económico
Karl Marx se dedicó a analizar el capitalismo, la
forma de producción de su época. Para Marx, el capitalismo
se sustenta en la existencia de dos clases cuyos intereses son contradictorios:
una es dueña de los medios de producción, los burgueses; y la otra clase es
dueña únicamente de su fuerza de Trabajo, los
proletarios. Burgueses y proletarios están enfrentados en lo que el autor
define como "lucha de clases"; es decir, dos grupos antagónicos con
intereses contrapuestos.
Este conflicto no era algo nuevo. Según Marx,
siempre había existido a través de la historia en las sociedades de clases.
Antiguamente, se enfrentaron esclavos con hombres libres, luego siervos con
señores. Por lo tanto, la pugna que se daba en el Capitalismo era la reproducción de relaciones
económicas basadas en la explotación.
Otro factor importante en la obra de Marx es la división del Trabajo. Para los
autores clásicos era fuente de la Riqueza de una nación (aun cuando le
reconocía algunos elementos negativos), Marx identifica el factor de alienación
que ésta genera. A medida que la división delTrabajo se va consolidando -algo que se
veía con fuerza en la época- éste se hace cada vez más fragmentado, lo que
genera conflictos de intereses que se agravan a causa de la institución de la Propiedad privada. Cada trabajador se
convierte, según Marx, en un
especialista en cierta materia determinada y no sabe hacer nada más. Si una
máquina reemplaza esa tarea, el obrero pasaría a ser una "Mercancía de desecho".
El fin del capitalismo
Marx consideró al capitalismo no como
un orden social inmutable, sino como un eslabón de una cadena. A su juicio,
este sistema tenía contradicciones inherentes que generarían su propio fin.
¿Por qué el capitalismo necesariamente se iba a acabar? Marx estableció
básicamente cinco razones o leyes.
En primer lugar, lo que ocurría en el capitalismo
era que la tasa de Beneficio de las empresas iba bajando cada
vez más. Marx tomó este argumento de los
economistas clásicos (especialmente de David Ricardo) y
adquirió un rol clave en su análisis.
En segundo lugar, la tasa decreciente de Ganancia permitía competir sólo a los más
eficientes, por lo que las pequeñas empresas no tenían posibilidad alguna de
hacerlo. Así, su propietario o comerciante debía abandonar el negocio porque no
era rentable y debía incorporarse como proletario a la gran fábrica. Es decir,
la Propiedad se iría concentrando cada vez más
en menos manos.
En tercer lugar, la sustitución de trabajadores por
maquinaria haría que el Desempleo se incrementara, generando lo que Marx llama un creciente ejército
industrial de desempleados. De este modo, aumentaría progresivamente la miseria
de la gente, ya que por una parte habría más desempleados y, por otra, los que
estuvieran empleados serían cada vez más explotados para compensar la baja de
los beneficios de los empresarios.
Finalmente, y Producto de todo lo ya señalado, Marx
predijo que las crisis y depresiones serían cada vez mayores y que afectarían
cada vez a más personas.
La consecuencia lógica de estas leyes para Marx era la revolución del
proletariado. En algún momento, la gran masa se iba a levantar, generando una
revolución de la cual surgiría una nueva Sociedad: la Sociedad comunista, donde no existirían
relaciones de explotación en lo económico, ni relaciones de dominación en lo
político e ideológico.
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